El Soleil Royal

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Construcción de un barco

La construcción de la maqueta de un barco es una experiencia única. A diferencia de otros tipos de reproducciones, requiere materiales naturales como la madera, cuyo empleo necesita de ajustes y técnicas específicas. Una típica maqueta de barco, incluso si se trata de un producto presentado presentado en una caja de montaje, no tiene nada que ver con un kit de plástico: cada pieza tiene que adaptarse y, por así decirlo, modelarse antes de colocarla. La construcción es progresiva, evoluciona poco a poco, pasando de una fase a la siguiente, y cada etapa exige una experiencia y un saber hacer diferentes.
Quien aborda por primera vez esta afición quizá tendrá, al principio, dificultades para comprender cómo es posible completar una reproducción majestuosa (impresionante y fiel hasta el último detalle a una gran nave, dotada de todos sus mástiles, velas, cañones y equipamiento) a partir de un montón de piezas contrachapadas sueltas. Sin embargo, conseguirlo está al alcance de todo el mundo, incluidos quienes no son particularmente hábiles en los trabajos manuales. No obstante, es evidente que la experiencia facilita mucho el trabajo. Durante la construcción de una maqueta naval de madera, sea la que sea, se pasa inevitablemente por fases delicadas y momentos críticos: algunos son inevitables, otros exclusivos de un determinado tipo de maqueta. Pero todos estos problemas ya los han encontrado y solucionado modelistas que más allá de sus conocimientos individuales han aplicado simplemente técnicas y métodos nacidos de su experiencia.

miércoles, 28 de marzo de 2018

La popa la sección noble del buque

Entre las diversas características de los buques de guerra, una de las más fascinantes es la extraordinaria riqueza y complejidad de la popa. En esta área (donde las líneas del casco se interrumpen para alinearse perpendicularmente a la quilla, en dirección hacia arriba), se concentran las decoraciones más elaboradas, y su aspecto general difieren radicalmente del de otras zonas del buque: en lugar de las maderas del forro, aparecen ventanas, balcones, espirales barrocas, esculturas, etc.
De hecho, la popa constituye uno de los elementos singulares del casco y, para comprender totalmente su estructura, funciones y filosofía de construcción, es necesario analizar en detalle sus diferentes aspectos. Aquí, el principal objetivo es hacer solamente una breve introducción.

El aspecto general

La sección de popa representaba la parte noble del buque. Allí se encontraba el camarote del comandante, los de los eventuales invitados de honor (especialmente en unidades de mayor envergadura) y los de los oficiales. Había una similitud entre los buques y los palacios de la época, con sus imponentes caracteres decorativos: el lijo en los ornamentos de las fachadas era señal de prestigio y un indicador importante del estatus social de aquellos que vivían en ellas. La popa obedecía a la misma lógica y, por lo tanto, era perfectamente normal que se distinguiera con claridad del resto del buque. Además del aspecto decorativo, se debe destacar también la luminosidad del interior. Gracias al gran número de ventanas, los camarotes de la popa recibían una cantidad extraordinaria de luz, que contrastaba con los ambientes deplorables y lúgubres, casi en permanente oscuridad, que se encontraban bajo la cubierta principal. La popa, sólo por hallarse en una posición elevada, transmitía una noción de prestigio y de supremacía en relación con las otras áreas del buque.
Además de contener los camarotes, era el lugar en el que los oficiales se reunían y donde se situaba parte de la artillería más importante para el combate. Es necesario recordar que la popa, por más fastuosa y ornamentada que estuviera, formaba parte de un gran buque de guerra, en el cual prevalecían las exigencias bélicas sobre las de cualquier otra índole. por este motivo, disponía de instalaciones para algunos cañones (designados precisamente "cañones de popa" o "guardatimones"), que, en caso de necesidad, disparaban a través de las ventanas mismas. Un ejemplo de ello fue Nelson, el cual albergaba en su camarote un cañón; en un buque de guerra, cualquier prioridad de confor y ornamentación era secundaria frente a los imperativos del combate.


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La estructura de la construcción

La popa no siempre era plana o cuadrada. Desde 1650 todos los buques ingleses la llevaban redonda, y se construía de modo distinto al del resto del casco. El codaste de popa se abría en una estructura articulada en forma de abanico. Una serie de barras sólidas horizontales (los yugos) de largo creciente constituían la parte anterior de la popa (el carro de popa). La barra superior, de mayor longitud, se denominaba yugo grande. La estructura se elevaba sobre una base de vigas perpendiculares (verticales) a los yugos, fijadas en el codaste y dispuestas en varias direcciones: de abajo hacia arriba, se encontraban las cuadernas de reviro inferiores del panel de la popa, a las que seguían las superiores. Las cuadernas reviradas tenían un perfil alargado, que tendía a desplazar hacia atrás el volumen de la popa. Sobre las superiores se asentaba el armazón del espejo, con escálamos de la aleta y marcos que se correspondían con las aperturas de las ventanas. El conjunto (cuyos componentes individuales serán analizados detalladamente en otras fichas de esta colección) era extremadamente elaborado y proporcionaba la suficiente robustez, si bien esta era inferior en relación a la que ofrecían los demás elementos del casco.
La popa era el punto flaco de los buques de línea. En realidad, la ausencia de mamparos internos transversales sólidos convertía la fachada o espejo en un blanco frágil para los proyectiles de cañón. Al encontrar el camino despejado, estos podían despedazar las cubiertas, perforando la totalidad del buque hasta la proa.


Imagen 35  

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